Este año en la cabalgata del pueblo me tocó hacer de rey negro y a Jonhy de paje. Nos hemos divertido cantidad. Qué hermoso es poder ver y casi palpar la ilusión de los pequeñajos. Los ojitos le brillaban llamando a Baltasar y cuando este (yo) le miraba en medio de tanto alboroto, la alegría que afloraba a sus labios y se escapaba convertida en sonrisa y volaba por el aire envuelta en besos de inocencia y pureza de la más noble ilusión de un niño.
¡Cómo no voy a ser feliz!, si es que en medio de tantas desgracias, esto lo compensa todo.
Gracias Dios por la oportunidad que me diste de contemplar tu grandeza a través de la inocencia de un niño y la alegría de un padre por hacer a sus pequeños felices.
Fuy Baltasar en Villares De La Reina en la cabalgata de los reyes magos y Jonhy mi paje, pero los verdaderos reyes fueron lo niños y niñas y los adultos que simplemente se dejaron llevar por la magia y la ilusión aunque solo sea por un momento.
Pensé que esa noche yo haría algo por los niños, nunca pensé que ellos eran los que harían magia en mi ser. Gracias Jehova por tanta belleza.
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